Matías Suárez Romero.
Propietario de la Finca Los Barros.
En el presente texto se recogen una serie de argumentos y reflexiones en torno a la importancia del olivo en Canarias, que vienen a justificar la necesidad de que, en el diseño del nuevo instrumento del Posei, se incorpore a este cultivo como beneficiario de este marco de apoyo.
Los argumentos y reflexiones que justifican el apoyo al olivo dentro del Posei son los siguientes. La primera cuestión a reseñar es que, en la actualidad, el cultivo del olivo está apoyado en la Europa continental, por lo que parece de justicia que también se apoye en la Europa Ultraperiférica.
Una segunda cuestión importante se refiere al papel a jugar por el olivo en las medianías de las Islas Canarias, donde puede convertirse en la principal alternativa de cultivo. En Canarias, la mayoría de los cultivos de exportación (plátano, tomate, pepino, pimiento, etc.) se encuentran en las zonas llanas y por lo tanto en las cotas bajas, de hasta 200 m de altitud.
El olivo, sin embargo, se planta en las cotas de 200-800 m de altitud, mayormente en las medianías; este cultivo serviría como mantenedor de estas zonas tan importantes para nuestras islas contribuyendo a la fertilidad de estas tierras de labor, el paisaje, el patrimonio construido y conservando el peso demográfico de estas zonas. El campo es mucho más que una cuestión de déficit o PIB.
En lo que respecta a la orientación verde que la Comisión Europea quiere dar a los cultivos, priorizando los sistemas más compatibles con el medio ambiente, hay que reseñar que el olivo en Canarias no tiene plagas significativas, con lo que se puede cultivar en ecológico que es el presente y el futuro de nuestra agricultura. Además, el cultivo del olivo fijaría población en estas zonas rurales de las Islas.
Contribuiría a la “no erosión”, ya que es un árbol rústico que no necesita mucha agua y que se puede plantar en campos abandonados y con cierta pendiente, crearía paisaje, contribuiría a la diversificación de cultivos y, por lo tanto, a aumentar el nivel de autoconsumo y la soberanía alimentaria de las Islas. Señalar además que el pequeño agricultor sería el más beneficiado si se apuesta por apoyar a este cultivo en el marco del Posei, debido a que, en estas zonas rurales, el parcelado del terreno está muy atomizado.
Existe un componente histórico en el cultivo del olivo en Canarias. Se cultiva desde hace más de 400 años. Esto ha tenido como consecuencia una cultura del olivar y un saber hacer importante. También hay que señalar que tenemos una variedad de olivo (Verdial de Huevar) que, por los años que lleva en las Islas, se ha aclimatado (Verdial Canaria) y produce una aceituna de muy alta calidad y diferenciación.
Es sin embargo en estos últimos 10 años cuando este cultivo ha tenido una mayor expansión por todas las Islas. Creando unas expectativas en el campo canario que hace muchos años que no se percibían. Hoy día, al amparo de este cultivo, se está creando, en la mayoría de las Islas, una industria de transformación (almazaras y envasado de aceitunas) con mucho futuro, con lo cual se está creando empleo tanto en las labores del campo como en las industrias de transformación.
Considero que este cultivo tiene unas posibilidades claras de crecimiento como así lo demuestra la proliferación de cultivos de olivos y almazaras por todas las Islas. En Gran Canaria existen: 4 almazaras en Agüimes, 2 en Santa Lucía, 1 en Ingenio y 2 en Telde. En la isla de Tenerife: 1 en Granadilla de Abona, 2 Arico, 1 en La Laguna y 1 en el Puerto de la Cruz. En Fuerteventura: 5 entre Tuineje y Antigua. En La Palma 1. El cabildo de Lanzarote está a punto de instalar otra. Y en La Gomera hay un particular que también instalará para el próximo año otra industria. Están casi todas las islas entusiasmadas con este cultivo.
Este es un subsector agrícola emergente que va a dotar al campo de modernización tecnológica y de valor añadido. Para que esta dinámica de crecimiento se mantenga y aumente, necesitamos del sostén institucional como ocurre en las sociedades desarrolladas que apoyan de una forma nítida su patrimonio agrícola. Tenemos que tratar adecuadamente a todos los subsectores agrícolas, con un compromiso decidido por parte de nuestras administraciones. Hay que dignificar las actividades agro-ganaderas desde un punto de vista social y cultural pero también desde el punto de vista económico.
Teniendo en cuenta los aspectos aquí referidos en relación a la importancia económica y social creciente de este cultivo, su idoneidad medioambiental, sus raíces históricas y culturales, y el hecho de que sea una opción muy válida para desarrollar áreas rurales que necesitan de nuevos motores económicos, se considera fundamental que, en el nuevo marco Posei, se establezca una línea de apoyo para este cultivo.