En esta sociedad en la que el culto al cuerpo se ha convertido en una auténtica tiranía, tener una ‘buena’ línea es motivo de obsesión constante, lo que provoca la necesidad de adelgazar a toda costa.
Sin embargo, la gran paradoja de este asunto radica en que, a pesar de la necesidad de la línea, la sociedad convive de manera frenética con la ‘comida rápida’, que no es, precisamente, la que ayuda a mantener la tan ansiada figura.
Y es entonces, cuando el ritmo frenético no nos deja hueco para una dieta saludable, que nos ayude a mantener la salud y la línea, cuando recurrimos a regímenes radicales y draconianos, a los que añadimos el ejercicio en una contrarreloj agobiante.
Es aquí donde entra en juego el café verde, o lo que es lo mismo, el grano de café sin tostar que conserva su color natural. Esta variedad de café tiene unas cualidades organolépticas diferentes a las del café tostado, ya que presenta un aroma menos intenso y un sabor más amargo, pero destaca por mantener los principios activos que se pierden en el proceso de tueste.
Desde hace tiempo se vienen sucediendo los estudios científicos que tratan de evaluar si es un alimento seguro y descubrir qué beneficios nos aporta su consumo regular.
A resultas de estos estudios, se ha comprobado que, entre las propiedades del café verde, es una bebida depurativa y diurética que previene la formación de cálculos biliares y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
Asimismo, tomar café, siempre que no se exceda en su consumo, previene el riesgo de muerte, alivia el dolor de cabeza y es eficaz contra la depresión.
Sin embargo, si por algo se ha vuelto popular el café verde es por sus supuestos beneficios adelgazantes. Esto hay que ponerlo en entredicho porque, pese a las investigaciones científicas, aún no hay evidencias sólidas de que el café verde tenga potentes efectos para reducir el peso corporal.
Han sido las empresas, distribuidores y comerciales quienes, a través de fantásticas campañas de marketing y promoción de ventas, han ‘cantado’ a los cuatro vientos los beneficios del café verde para adelgazar.
Sabedores del gran nicho de mercado por la angustia que supone en miles de personas el sobrepeso, han decidido hacer caja antes de esperar a conclusiones más contrastadas que permitan afirmar el efecto adelgazante que ya le otorgan.
Supuestamente, esa cualidad adelgazante que le confieren al café verde se debe a su contenido en ácido clorogénico, compuesto fenólico capaz de reducir la ingesta de glucosa, grasas y carbohidratos.
Gracias a la presencia de polifenoles, se dice que el café verde ayuda a paliar los efectos nocivos de los radicales libres y a combatir el envejecimiento. Se considera que el café verde ejerce una acción drenante y es por ello que favorece la eliminación de la celulitis.
Lo que sí está claro es que la opinión del profesional está por encima de cualquier producto que se trata de vender como la panacea universal para quemar grasa y decir adiós al michelín.
Sin moverse del sofá, sin una dieta adecuada y una vida menos estresante, difícilmente se podrá alcanzar el peso idóneo, aunque bebamos unas cuantas tazas de café verde.