Al preparar una piña para comer desechamos su cáscara. Ahora podrás beneficiarte de sus numerosas propiedades.
Tomar té no solo es un ritual que relativiza el paso del tiempo, es también una práctica sumamente sana porque ingerir agua caliente relaja e hidrata.
Aunque el té propiamente viene de la planta de este nombre, este concepto se ha extendido culturalmente a la preparación de todo tipo de infusiones con agua caliente.
El té con cáscara de piña es fácil de preparar. Se corta la cáscara en trozos medianos y se hierven en agua natural: una vez hervida el agua se vierte el líquido caliente y ya se puede tomar.
Entre las propiedades de este exquisito té de sabor agridulce destacan la estimulación del sistema inmunológico. Sus antioxidantes y enzimas tienen propiedades antiinflamatorias.
Tiene una gran concentración de vitaminas y minerales; ayuda a disminuir el dolor en las articulaciones y la artritis y disminuye el estrés.
Además, es un excelente diurético que ayuda a eliminar los líquidos grasos y a desintoxicarte. Ayuda a bajar de peso y coadyuva a la buena digestión.
Ya no hay excusas para deshacerte de las cáscaras de la piña.