La iniciativa está enmarcada en el proyecto Enomac, financiado por la Unión Europea.
El Cabildo de Tenerife y 11 bodegas de la isla han presentado once nuevos vinos blancos de alta gama creados a partir de variedades autóctonas de calidad. Se trata del resultado del proyecto Enomac, una iniciativa que ha merecido el respaldo económico europeo a través de los fondos Feder y el Programa de Cooperación Transnacional Madeira-Azores-Canarias (MAC).
El vicepresidente y consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, destacó la importancia de esta iniciativa en la que han participado como socios la Cámara de Santa Caterina y la cooperativa agrícola de Cha junto al Cabildo de Tenerife y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) y posteriormente el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias “porque es un claro ejemplo de sinergia entre lo público y lo privado para lograr un objetivo común”.
El resultado ha sido la producción de unos vinos, elaborados con unos protocolos novedosos de la mano del prestigioso enólogo José Hidalgo, que se comercializarán juntos bajo la misma marca comercial, “Blancos de Tenerife: Revolución” y un embalaje especial.
“Estos vinos nacen con el denominador común de la búsqueda de la excelencia y una vida comercial larga por su buena evolución en botella”, subraya Jesús Morales, quien recuerda que la unión de bodegas de Tenerife en este proyecto estratégico común ha pasado de 8 bodegas en 2014 a 11 este año, que han elaborado 14 y 17 vinos, respectivamente gracias a este proyecto.
Enomac es una “apuesta decidida” por los vinos blancos de Tenerife, reconocidos no solo a nivel nacional sino también internacional. “Hemos querido dar una vuelta de tuerca a un producto comercialmente potente explorando otro de mayor singularidad y sumando nuevos atributos o virtudes en la búsqueda de la excelencia”, manifiesta el consejero insular.
El Cabildo ha participado en dos proyectos europeos- Vitis y Enomac- relacionados con el cultivo de la vid y la enología de Canarias, Madeira y Cabo Verde. Gracias a esta cooperación, se han podido desarrollar acciones como la caracterización de las variedades de viña de la isla, lo que permite a los viticultores una mejor toma de decisiones en base a la mayor información agronómica existente en cuanto a qué variedad se adapta mejor al terreno. En esa línea, el ICIA editó una publicación con las características de las principales variedades.
Un diagnóstico de la presencia de virosis en el viñedo cultivado en Canarias, el suministro de material enológico por parte de empresas tinerfeñas a una cooperativa caboverdiana y la transferencia de conocimientos y de tecnología por parte de técnicos canarios han sido otras de las iniciativas llevadas a cabo en el marco del proyecto europeo VITIS, que continuó con el Enomac que ha dado origen a estos nuevos vinos blancos.