LA INVESTIGACIÓN LA LLEVARON A CABO EN LA UNIVERSIDAD FINLANDESA DE KUOPIO.

Investigadores finlandeses afirman que una dieta rica en tomate podría reducir las probabilidades de sufrir un ictus. El descubrimiento se produjo cuando estudiaban los efectos del apreciado licopeno que contienen los tomates.

La investigación llevada a cabo por la Universidad finlandesa de Kuopio se realizó con más de mil hombres de diferentes edades. Uno de los resultados concluye que aquellos individuos con mayor cantidad de licopeno en sangre, eran los menos propensos a sufrir un ictus.

Para desarrollar la investigación se formaron cuatro grupos basándose en la cantidad de licopeno en sangre. En el grupo de los 258 hombres con bajo nivel de licopeno, se dieron 25 ictus. En el grupo de 259 hombres con mayor nivel de licopeno solo se dieron 11.

El estudio afirma que esto representa una reducción del 25% en las probabilidades de sufrir un ictus. Los niveles de licopeno de los participantes se midieron al comienzo del estudio y después fueron controlados durante un período de 12 años.

El doctor Jouni Karppi, de la Universidad de Finlandia Oriental, en Kuopio, explicó que “este estudio se suma a la evidencia de que una dieta rica en frutas y verduras está asociada con un riesgo menor de sufrir ictus”.

Asimismo, “los resultados apoyan la recomendación de que se deberían tomar cinco raciones de frutas y verduras al día, lo que posiblemente conduzca a una importante reducción del número de ictus a nivel mundial, según indican investigaciones anteriores”, agregó Karppi.

Por su parte, la doctora Clare Walton, de la Asociación de Afectados por Ictus señaló que “este estudio sugiere que un antioxidante que se encuentra en alimentos como los tomates, los pimientos y las sandías podría ayudar a reducir el riesgo de sufrir un ictus”.

“Sin embargo, esta investigación no debería disuadir a las personas de comer otros tipos de frutas y verduras, ya que todas son beneficiosas para la salud y constituyen una parte importante de una dieta básica. Es necesario realizar más estudios para ayudarnos a comprender por qué el particular antioxidante que se encuentra en verduras como el tomate podría contribuir a reducir el riesgo de sufrir un ictus”, añadió Walton.