EL ESTUDIO HA LOGRADO UNOS RESULTADOS “MUY PROMETEDORES”.
Una investigación realizada la Asociación de Organización de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, ha descubierto la utilidad de una especie de avispa parasitoide para el control de la Tuta Absoluta.
Según ha explicado el responsable del departamento de Control de Plagas de Coexphal, Jan van der Blom, la investigación ha permitido establecer que un tipo de avispa parasitoide, la “Necremnus”, sirve para controlar la plaga de la Tuta Absoluta, conocida como polilla del tomate, y proteger los cultivos.
El estudio realizado en unos invernaderos de la zona del Poniente almeriense ha demostrado que la avispa adulta busca la larva de la Tuta Absoluta, a la que inyecta con su aguijón un veneno paralizante.
Posteriormente, la avispa pone un huevo a lado de la larva de la Tuta Absoluta que eclosiona después de pocos días, y la larva de la avispa se alimenta de la larva de Tuta Absoluta paralizada y finalmente la mata.
Los parasitoides probablemente vienen de la vegetación natural que rodea los cultivos, ha señalado Jan van der Blom, donde se encuentran muchas especies de polillas parecidas a la Tuta Absoluta.
En uno de los invernaderos se detectaron al menos cinco especies de himenópteros parasitoides de la Tuta Absoluta de forma espontánea.
Entre todos, llegaron a parasitar más del sesenta por ciento de las larvas de la polilla, aunque la gran mayoría del parasitismo fue obra de una sola especie, del género Necremnus.
Según los investigadores, este descubrimiento puede ser clave para el control de la plaga a medio largo plazo, aunque los parasitoides todavía no están disponibles comercialmente.
El responsable del departamento de Control de Plagas de Coexphal explicó que cuando aparece una nueva plaga ésta suele extenderse con rapidez y causar un importante daño en el primer año, aunque posteriormente puede haber una respuesta ecológica, es decir, que la misma fauna autóctona detecta la plaga y la deprede.
Suele ser “cuestión de tiempo” que esta respuesta de la fauna autóctona de resultados y frene la plaga, y aunque aún no se ha llegado a este punto, los agricultores pueden estar “tranquilos” porque se ha demostrado que el problema es “controlable” en los invernaderos.
Este paso en la investigación abre el camino a estrategias como la selección de las especies depredadoras para criarlas y soltarlas en los cultivos.
Esto se puede conseguir con la ayuda de la vegetación que rodea las plantaciones de tomates, para que la avispa entre de forma espontánea en los invernaderos y eliminen la plaga.