La investigación se desarrolla en el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM) ‘La Mayora’.
El investigador Eduardo de la Peña, acaba de obtener una línea de financiación (90.000 euros) a través del Plan Nacional de Investigación, en una convocatoria para jóvenes investigadores, para desarrollar un proyecto dirigido a mejorar los métodos de manejo en el cultivo de tomate y comprender los mecanismos fisiológicos y moleculares que regulan la interacción entre la planta, las plagas de insectos y los enemigos naturales de estos.
El proyecto, que tiene una duración de tres años (2016-2019), permitirá también caracterizar el potencial biocida de algunos de los compuestos de defensa inducidos naturalmente en el tomate.
Según De la Peña, para actuar contra los pulgones existen diversas líneas de actuación complementarias, entre las que destacan el desarrollo de variedades del cultivo resistentes a los insectos y el control biológico a través de enemigos naturales de los insectos plaga.
«En ambos abordajes se precisa conocer los mecanismos de defensa de la planta, responsables de la interacción tanto con los insectos fitófagos como con sus enemigos naturales, y comprender las respuestas fisiológicas que esta interacción desencadena en los insectos, imprescindible para descifrar los mecanismos que intervienen en la selección de la planta hospedante», señala.
Las estrategias actuales de manejo de estos insectos-plaga se basan, fundamentalmente, en el empleo de insecticidas, por lo que se hace necesario mejorar y desarrollar métodos alternativos de producción que disminuyan el uso de estos productos químicos.
La investigación persigue estudiar cómo los tricomas glandulares de la planta afectan a la interacción del tomate con distintas especies de insectos-plaga, como los pulgones, así como su papel en las relaciones con los enemigos naturales de estos. Los tricomas pueden inducir mecanismos de defensa de la planta e influir así en otras interacciones entre planta-insecto, y planta-insecto-enemigo natural, según De la Peña.
El estudio combinará ensayos en invernadero y laboratorio con estudios moleculares y microscópicos en plantas e insectos. En este sentido, servirá para comprobar la resistencia de las variedades de tomate a los pulgones-plaga.
Según De la Peña, en el proyecto de investigación se utilizarán variedades de tomates desarrolladas y obtenidas por el IHSM La Mayora a partir de cruces de variedades comerciales y variedades silvestres de tomate.
[quote]El centro malagueño cuenta con un banco de germoplasma de tomate que está considerado uno de los mayores de España con 1.200 variedades.[/quote]
El conocimiento que se obtenga a través de este proyecto permitirá mejorar el control biológico de plagas en un cultivo de indudable importancia y de gran repercusión económica a nivel nacional.
España es el segundo mayor productor de tomate en la Unión Europea (UE) tras Italia, según Eurostat. La producción de tomates en la UE alcanzó en 2013 los 14,9 millones de toneladas, de los que 5,2 millones procedían de Italia (el 35 % del total), 3,8 millones de España (25 %) y 1,2 millones de Portugal (8 %).
El tomate sigue siendo la hortaliza más cultivada en todo el mundo y la de mayor valor económico. Su demanda aumenta y con ella su cultivo, producción y comercio. Según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el incremento anual de la producción en España se debe más al aumento en el rendimiento y en menor proporción, de la superficie cultivada.