Agroaldea
La idea persigue aprovechar la energía de algo que está siempre al alcance, como una planta.
Tres ingenieras chilenas han conseguido crear un cargador de móviles y otros equipos similares, que puedan cargar su batería con sólo conectarlo a una planta vegetal.
Carolina Guerrero, Camila Rupcich y Evelyn Aravena — estudiantes de Ingeniería Industrial, Ingeniería Informática e Ingeniería Eléctrica respectivamente — son las creadoras de E-Kaia.
Este es un dispositivo portátil que permite cargar el móvil de una manera muy sencilla. Solo se necesita enterrarlo cerca de una planta y ¡listo!.
Las responsables explican que E-Kaia ha sido creado para resolver un problema de contingencia diaria: evitar que nuestros dispositivos móviles se queden sin batería y, así, mantengamos comunicación con el mundo.
La idea surge en 2009 a raíz de una situación que, seguramente, nos suena familiar. Al querer enviar un trabajo de la universidad, terminado y en el límite de entrega, se le acaba la batería al móvil. Después de la crisis, las chicas tuvieron una idea: aprovechar la energía de algo que está siempre al alcance, como una planta.
Al principio parecía una broma, pero entre risas se dieron cuenta que la idea no era tan loca como parecía. A partir de ese momento comenzaron con la investigación, el trazo de bocetos, con diferentes modelos y hasta llegar a lo que hoy se conoce como E-Kaia.
Nuestra tecnología se basa en aprovechar la energía de las plantas. Para esto creamos un biocircuito que tiene la capacidad de transformar esta energía, lo que permite cargar dispositivos portables básicos de bajo consumo, y además proteger y cuidar la planta.
El sistema aprovecha la energía de las plantas, la tierra y el sol, para producir energía beneficiándose de la fotosíntesis y tomando la energía residual vegetal para convertirla en energía eléctrica.
El tipo de planta que mejores resultados les ha dado es el de “la planta de la moneda” ya que según aseguran las jóvenes, es resistente y necesita poco riego, aunque también han probado con higueras y tulipanes, con resultados positivos.
Evelyn Aravena explica que el prototipo utilizado es “una planta energética que está sobre un macetero común con tierra normal, pero que en su interior dispone de un circuito con algunas salidas a la superficie. Las cualidades del circuito son el gran secreto de todo”.
Esta tecnología permite utilizar recursos naturales, manteniendo una calidad energética y conservando al medio ambiente al mismo tiempo.
Según la revista Teorema Ambiental, el último diseño de E-Kaia realiza la carga completa de un smartphone en tan sólo hora y media.
Esto ofrece una alternativa de energía, para mantener la comunicación y cargar otros dispositivos USB pequeños sin necesidad de depender de la red eléctrica — lo cual da una ventaja ante apagones y catástrofes naturales.
A lo largo de 6 años de desarrollo, E-Kaia ha logrado financiación de Corfo (Corporación de Fomento de la Producción) y en 2014 obtuvo el Premio Avonni en la categoría Energía con la colaboración de Empresas Eléctricas. Sin embargo, el camino no fue fácil — más al sentirse blanco de discriminación por ser mujeres.
Nadie creía en nosotras. Además de locas, al principio se nos cerraron muchas puertas, pero nunca nos dimos por vencidas porque creíamos en nuestro proyecto y en nosotras mismas, afirman las creadoras.
E-Kaia aún no se encuentra en el mercado, ya que aún se encuentra en fase de investigación y desarrollo. Se busca la entrega de un dispositivo portable, ergonómico, liviano, de fácil utilización y transporte, que cumpla la función de cargar los dispositivos e iluminar las habitaciones.
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