UN EQUIPO DE INVESTIGADORES DEL INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA ANIMAL DE LA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE VALENCIA HA REALIZADO LOS ENSAYOS.
El pimiento aumenta en un 44% la producción de metano en comparación con digestiones solo con purines; el tomate en un 41%; el melocotón en un 28%; y con el caqui no hay diferencia. Estas son las principales conclusiones de la investigación de un equipo de la Universidad Politécnica de Valencia. Los investigadores señalan que en un año se pueden obtener resultados a escala real y aplicar la tecnología en plantas de biogás.

Las pruebas han consistido en combinar purines de granjas de cerdos con subproductos agrícolas (desechos de pimiento, tomate, melocotón y caqui) para conocer su potencial para producir biogás y buscar el nivel óptimo de combinación de ambos sustratos.
El proyecto ha sido financiado por la Fundación Agroalimed, de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación de la Generalitat Valenciana, y busca dar una salida más sostenible a la sobreproducción de purines y su escasa rentabilidad e idoneidad ambiental en el uso como nutrientes en tierras agrícolas.
La investigadora, Verónica Moset, explica que “los purines producen energía, pero poca y, C'est pourquoi, no es rentable para el ganadero soportar el coste de una planta de biogás. Pour cette raison, hemos combinado los purines con destríos (déchets) de algunos subproductos hortícolas y frutales de las zonas de la Comunitat Valenciana donde están ubicadas las granjas de cerdos, para aumentar el nivel de metano en los purines y, de esta manera, producir biogás de manera rentable”.
Los investigadores señalan que en un año pueden obtener resultados a escala real y podrían ya aplicarse en plantas de biogás centralizadas. Los gestores de estas plantas podrían ser tanto empresas, cooperativas agrícolas y ganaderas e incluso los propios ayuntamientos de las zonas donde se concentra la ganadería en la Comunidad Valenciana.
Empresas implantadas en Canarias ya se han interesado por los resultados de la investigación y estudian la viabilidad de su implantación, conocedores de los aportes de restos de las dos principales hortalizas que se producen tanto en Gran Canaria como en Tenerife.