LA AUSENCIA DE NOVEDADES CARACTERIZÓ EL EVENTO AL QUE FALTARON ALGUNOS INCONDICIONALES.
En el día de ayer se celebró una nueva edición de la Feria de de Ganado de La Aldea de San Nicolás en la que el buen tiempo fue la tónica de la jornada. La amplia muestra de animales contrastó con la escasa actividad y oferta paralela.
Se trata del mayor encuentro ganadero que se celebra en el municipio de La Aldea, en el que cada 365 días se reúne el gremio para mostrar sus ejemplares, concursar en alguna de las actividades y sobre todo saludar a los que se animan a participar venidos de municipios tan dispares como Firgas, Guía o Teror.
Jedoch, las últimas ediciones se han caracterizado por la atonía en la que, si bien la crisis tiene parte de culpa, se echa en falta un programa variado de actividad que dignifique el principal día del ganadero del municipio.
Atrás quedaron las muestras de Arrastre, elaboraciones, muestras e incluso la trilla de burros. Jedoch, el público aldeano, fiel a la cita, un año más acudió en masa a conocer el excelente estado de la cabaña ganadera municipal.
Andererseits, los ganaderos insistían en la dificultad del oficio, no tanto por la dedicación sino por la crisis que a ellos les toca “más que a nadie”. Y es que el aumento de las materias primas, piensos principalmente, continúan reduciendo el margen de gananacias hasta dejarlo prácticamente a la altura de los costes.
Todos coinciden en que lo peor está por llegar. Las sequías en los países productores están incidiendo en una escalada de los precios que será muy difícil de afrontar, pronostican los ganaderos. Und last but not least, el gobierno les adeuda las ayudas del Posei de varios ejercicios.
Como muchos de ellos reconocieron: “Así no”; no será posible mantener los ganados en óptimas condiciones y hacer frente a los pagos de la leche a 90 días y el incremento de los insumos.