EL SECRETO DE ESTE LÁPIZ RESIDE EN SU INTERIOR QUE ALBERGA UNA SEMILLA EN UNA CÁPSULA.

Escribir, dibujar o simplemente garabatear con un lápiz ofrece sensaciones difíciles de igualar a las de un bolígrafo o rotulador. Su cuerpo de madera, circular o hexagonal, resulta más agradable al tacto, pero a medida que lo usamos va disminuyendo su tamaño hasta que es demasiado corto para seguir usándolo.

Es en ese momento cuando nos deshacemos del lápiz porque resulta casi imposible continuar utilizándolo.

Conscientes de los miles de millones de lápices que no llegan al final de su vida útil por la imposibilidad de manejarlo, varios diseñadores trabajaron en la idea de darle una continuidad que concluyera el ciclo de la vida.

Así crearon Sprout, un lápiz que quiere ser una planta, justo al dejar de ser útil para la escritura. Cuando es demasiado corto para escribir, Sprout se planta para hacer crecer hierbas, flores e incluso árboles de los que se obtendrá madera para fabricar más lápices.

Su diseño es bien sencillo, pero de gran utilidad para perpetuar la vida vegetal en el planeta. El lápiz Sprout contiene varias semillas en su interior. Cuando resulta imposible seguir usándolo, se puede plantar en casa, en la oficina, en las aulas o en jardines.

Sprout puede adquirirse con una gran variedad de semillas cuyo tamaño se adapta a la cápsula que se inserta en su interior: caléndula, cilantro, tomate cherry, eneldo, berenjena, menta, perejil, rábano, romero, salvia, tomillo o tomate son algunas de las semillas con que cuenta.

Este lápiz de la vida tras su muerte no tiene goma de borrar porque sus creadores no quieren cometer errores. Hubieran tenido que sacrificar la calidad general, sumado al coste y la complejidad. Era un error por completo. Tampoco han querido añadir pinturas y colores innecesarios.

La cápsula de la semilla es activada por el agua que tras disolver la cápsula protectora permite el comienzo de la germinación de la semilla. Una vez activado “el ciclo de la vida” los brotes suelen aparecer en torno a una semana de media, según la semilla y las condiciones ambientales.

Con el fin de que siempre sea un éxito, han incluido al menos tres semillas en la cápsula de cada lápiz para maximizar las probabidades de éxito de la germinación.

Sin duda, para quienes utilizamos aún los lápices frente a los teclados, es la opción más ecológica que se pueda realizar, además de suponer un elemento pedagógico y de sensibilización de primer orden.

Por lo pronto, Sprout se puede adquirir en: kickstarter.com/projects