EL CABILDO ULTIMA LOS DETALLES PARA SU PUESTA EN FUNCIONAMIENTO.
Finalmente y tras cientos de reuniones, études, propositions, planes de viabilidad e ideas, COALDEA volverá a producir los afamados quesos a los que tenía acostumbrados a un número importante de consumidores de Canarias.
A pesar de las dificultades, el consejero de Ganadería del Cabildo de Gran Canaria, Demetrio Suárez, nunca tiró la toalla con respecto a la puesta en producción de una de las fábricas de queso de la isla con mayor arraigo. COALDEA se vio abocada a su cierre tras una enorme deuda que imposibilitaba su continuidad.
Muchas fueron las razones que hicieron quebrar esta industria quesera. La más destacada hacía referencia a la gestión. Fruto de la misma fue, en buena parte, la acumulación de la deuda que lastró la actividad, hasta el punto de hacerla totalmente inviable.
La pasada semana y ante la situación insostenible de los ganaderos de la isla, Demetrio Suárez esbozó la posibilidad de adquirir Coaldea con el fin de ofrecer una solución al abuso de precios de la leche que está padeciendo el sector.
Los más de ochenta ganaderos presentes en la reunión valoraron de manera muy positiva la propuesta. Solo restaba plasmarla en un documento que contuviera los pasos, la viabilidad y la realidad de la propuesta. El Cabildo ya tenía andado ese sendero.
Meses de estudio habían fructificado en la viabilidad de Coaldea como una industria láctea a nivel insular, con un modelo de gestión muy diferente del hasta ahora empleado. Faltaba el apoyo de los ganaderos de la isla.
Demetrio Suárez ya había ofrecido esta posibilidad a un grupo heterógeneo de empresarios, cooperativas, agriculteurs, sociedades, pequeñas empresas y ganaderos del municipio de La Aldea, pero no cuajó. Para ser exactos, nadie apostaba por una industria que parecía insalvable, por la considerable deuda a la que tenía que hacer frente.
De plus,, los trece trabajadores de plantilla de Coaldea presentaron sus demandas en magistratura de trabajo por la no retribución de sus nóminas desde hacía más de seis meses. De cette façon, Coaldea se fue apagando lentamente.
Hoy por hoy, y a pesar del escaso tiempo transcurrido, sus instalaciones presentan el aspecto del abandono al que se ven sometidas las empresas que causan quiebra. La maquinaria no tiene ningún tipo de mantenimiento desde que se cortó el suministro eléctrico por impago.
Cependant, esta situación tiene los días contados. El Cabildo ultima en estos días las gestiones con los antiguos propietarios para subrrogar la deuda, adquirir la instalación y preparar la nueva empresa que se hará cargo de poner en marcha, nuevamente, Coaldea.
En cuanto a los antiguos trabajadores, fuentes consultadas por Agroaldea han afirmado que se dará prioridad a la anterior plantilla para atender las necesidades de la nueva Coaldea que, según las mismas fuentes, estiman en un total de cuarenta y cinco trabajadores.