LOS TERRENOS DE MEDIANÍAS SE ENCUENTRAN ANEGADOS.

regnerDice el refrán que “nunca llueve a gusto de todos”. Y desde luego que no hay nada más cierto. El campo rezuma agua por los cuatro costados y las labores y trasiegos, sobre todo en medianías y norte, son un imposible.

Las precipitaciones de este invierno, mantenidas en el terreno con nuevos refrescos así como las bajas temperaturas unidas a las brumas y la lluvia horizontal, han terminado por minar la paciencia de muchos agricultores.

La principal queja se refiere a la nula práctica de los terrenos: “el barro no permite trabajar la tierra, esto ya es demasiado, ni plantar papas… es que no se puede hacer nada” se quejaba José Monagas agricultor de medianías.

Y es que toca un respiro. El sol es igual de necesario que la lluvia y, como piden muchos, lo que hace falta es que caliente las tierras.

Arco irisLas bajas temperaturas también están teniendo un doble efecto, ralentizan algunas plagas, pero también atrasan el desarrollo de muchos cultivos y su maduración.

Los técnicos temen que este exceso de humedad unido a las temperaturas provoque la aparición de mildius y hongos que afecten de manera importante a todos los cultivos.

Las precipitaciones de estos días han dejado una media de 4,7 liter i byen Village, lo que juto al acumulado del resto del mes y diciembre supone unos 150 litros aproximadamente.