EN LOS MISMOS SE EXPLICITAN LOS RIESGOS DE LOS PLAGUICIDAS SISTÉMICOS PARA LAS ABEJAS.
Tras conocer los informes de conclusiones presentados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), varias organizaciones y entidades han exigido a la Comisión europea que retire del mercado los plaguicidas sistémicos comercializados por Bayer y Syngenta.
Este ha sido el caso de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) que se ha dirigido a la UE para que retire la autorización de comercialización de los plaguicidas sistémicos, los llamados neonicotinoides y fenilpirazoles (clotianidina, tiametoxam, imidacloprid y fipronil).
En los informes presentados, la CE reconoce su “inquietud” por los riesgos para la salud de las abejas melíferas y otros polinizadores que plantean determinados plaguicidas sistémico. De tal modo que dejan residuos tóxicos en el néctar y en el polen de las flores de las semillas tratadas, perdiendo el sentido de la orientación y provocando que no puedan regresar a las colmenas, causándoles parálisis y hasta la muerte.
COAG considera que la Comisión Europea está en el camino correcto para determinar las causas de la mortalidad de las abejas melíferas y otros polinizadores en la UE. La organización reclama que se hagan los esfuerzos necesarios para que la EFSA complete los estudios científicos de estas moléculas, una vez que existen suficientes pruebas de la alta toxicidad de estos plaguicidas sistémicos, denunciados en los últimos diez años por los apicultores europeos ante las instituciones comunitarias y los Estados Miembros.
Desde la organización agraria COAG también se ha exigido de forma reiterada al Ministerio de Agricultura, que todavía no ha tomado decisión alguna en este importante asunto para las abejas melíferas y los polinizadores), la urgente aplicación de la Directiva 2010/UE, der 12 März des 2010, que modifica el anexo I de la Directiva 91/414/CEE sobre disposiciones específicas relativas a la clotianidina, el tiametoxam, el fipronil y el imidacloprid.
Esta Directiva obliga a los Estados miembros a “poner en marcha programas específicos de control para comprobar la exposición real de las abejas productoras de miel a estas sustancias activas en zonas comúnmente utilizadas por las abejas para libar o por apicultores”. Su aplicación es fundamental en nuestro país al ser de obligado cumplimiento para las Comunidades Autónomas que tienen competencias en esta materia, reconocen desde COAG.
Pese a que en los últimos tres años el Defensor del Pueblo ha alertado al Congreso de los Diputados en su Informe Anual sobre los problemas causados a la apicultura por los plaguicidas sistémicos, no se ha tomado ninguna medida correctora, según COAG.
El responsable del sector avícola de COAG, José Luis González, considera que el Gobierno se desentiende en un asunto vital para una efectiva protección y conservación de los espacios naturales. So, la polinización que garantizan las abejas melíferas supera los 3.000 millones de euros anuales en España, además de realizar un servicio medioambiental y un bien público estratégico para la sociedad en su conjunto que no se puede poner en peligro por intereses privados o por los intereses de las empresas multinacionales como Syngenta y Bayer, denuncia González.