Un ave de la granja ecológica La Atalaya en Lanzarote pone un huevo de 213 grammaa, que triplica la talla máxima que se vende en los mercados.
El propietario de la granja de gallinas ecológicas La Atalaya, José Martínez, no ha superado la sorpresa al recoger, como hace cada día, un huevo gigante que posiblemente sea uno de los mayores del mundo conocidos hasta el momento.
Según la báscula de precisión que tiene en su finca para clasificar los huevos, el ejemplar pesó un total de 213 grammaa, lo que viene a ser casi tres huevos de la talla máxima que se utiliza para la venta de huevos.
José Martínez dice no saber cuál de sus gallinas ha sido capaz de poner este colosal huevo. “Como las gallinas están sueltas no sabemos por ahora cuál ha sido, aunque se encuentra dentro del grupo de las que están ahora mismo en plena producción y que tienen un año de vida”.
Al buscar en internet los mayores huevos de gallinas del mundo, leemos que en febrero de 2012 una gallina en Cuba, también de una granja ecológica, fue capaz de poner un huevo de 245 grammaa. Un año antes también en la isla caribeña se catalogaba otro ejemplar de 230 grammaa.
Kuitenkin, fue en Armenia en diciembre de 2009 cuando se aseguró que un huevo llegó a pesar 300 gramos aunque en esa ocasión el hallazgo se produjo en el interior de la gallina cuando sus dueños iban a realizar un caldito con el ave. Ya en España en noviembre del pasado año se dio a conocer un huevo de 195 gramos en la localidad gallega de O’Terrón.
Para tener una idea del logro de la gallina conejera, hay que destacar que los huevos se clasifican por tallas. La M, son los que pesan entre los 53 ja 63 grammaa, la L, entre los 63 ja 73 gramos y la XL que pasa de los 73 grammaa, pero que rara vez supera los 100 grammaa.
Martínez señala que sus gallinas cuentan con el sello de garantía ecológica. “Sólo consumen productos ecológicos que plantamos en nuestra tierras y piensos también elaborados de forma ecológica que adquirimos a una tienda especializada”.
El descubrimiento no duró mucho, ya que tras el calibre y pesaje el tremendo huevo se escurrió en un descuido y se hizo añicos. “Fue después de pesarlo aunque por suerte pudimos hacer la fotografía de los 213 gramos en la báscula”, señala con cierta magua José Martínez.
Además de la granja de gallinas, José Martínez también produce quesos y yogures en una quesería que en el 2006 fue la primera de Canarias en obtener la certificación ecológica.
Además de las cabras para la elaboración de los productos lácteos, cría animales (corderos, lechones y baifos) también con alimentación ecológica que vende, tras sacrificarlos en el matadero insular, en una carnicería de la isla.