ESTUDIA LA IMPLANTACIÓN DE LA ETIQUETA CO2 EN LOS ALIMENTOS.

Holanda está estudiando la implantación de un sistema que permita etiquetar los productos alimentarios en función de las emisiones de CO2 derivadas de todo su ciclo de vida, desde su cultivo hasta su consumo, pasando por el transporte, almacenamiento, conservación y preparación. Lisäksi, se pretende incluir otro tipo de conceptos relacionados con los principios de la sostenibilidad, como por ejemplo el bienestar animal.

En los Países Bajos, että 30% del total de emisiones de CO2 se debe al sector de la alimentación. Para conseguir una reducción de estas emisiones es necesario que el consumidor cuente con referencias sobre el balance CO2 de los productos que encuentra en el mercado, con el fin de realizar sus compras de una forma más responsable.

El etiquetado medioambiental posibilitaría conocer la cantidad de emisiones de CO2 que genera la producción, transporte hacia el comercio, conservación e incluso la preparación para el consumo de un producto. Estos datos permitirían evaluar el impacto del consumo de alimentos sobre el calentamiento global y ayudaría a los consumidores que así lo deseen a realizar sus compras de una forma más razonada.

Según el centro holandés de nutrición, Voedingscentrum, los productos de mayor impacto medioambiental son los que se adquieren fuera de temporada, especialmente frutas y verduras. Tässä 2009 se introdujo un sistema para llevar a cabo la medición del impacto de un menú del día que tiene en cuenta la temporada en que se cosechó el producto, su conservación y la fecha en la que se consume.

Kuitenkin, el etiquetado medioambiental no puede centrarse exclusivamente en aspectos climáticos o medioambientales, sino que también debe incluir otros conceptos como el bienestar animal, integrados en un enfoque global de desarrollo sostenible.

Un estudio elaborado por el Panel Internacional para la Gestión de Recursos de la ONU, informaba que un régimen vegano, que sólo incluye productos que no provienen del sufrimiento animal, contribuiría a frenar el hambre, la pobreza energética y el impacto sobre el cambio climático.

Según este informe, cada vez resulta más evidente que la solución para reducir las emisiones derivadas de la alimentación pasaría por un aumento del número de personas que no consuman productos procedentes de los animales.

La gran preocupación de la UE por los costes económicos y medioambientales se encuentra centrada en la emisión de CO2 a la atmósfera. Tästä syystä, lo más probable es que este estudio que realiza Holanda sea una obligación tan pronto conozcamos sus resultados, que ya se aventuran ser la línea a seguir.

Esto supondrá una adaptación más de las empresas exportadoras a las exigencias del mercado, hasta lograr el coste cero: ¿Será posible?.