En el andén de La Cañada, en la parte alta de la cara norte del pico Bejenado. Se trata de cuatro rarezas botánicas. Tres son jarillas del género Helianthemum.
El director conservador de la Caldera de Taburiente, Ángel Palomares, ha informado del descubrimiento de nuevas especies de plantas en el Parque Nacional de La Caldera de Taburiente.
El hallazgo se produjo el pasado viernes por los agentes Ángel Rebolé y Gustavo Balsera y el especialista de Tragsa Antonio Lerín, con conocimientos de botánica, que accedieron con técnicas de trabajos verticales al andén de La Cañada, en la parte alta de la cara norte del pico Bejenado.
En este andén hace tiempo los pastores dejaban ganado (chèvres) para su engorde durante meses y luego lo recogían usando cuerdas y cestos para su transporte.
El acceso al mismo es el que, según ha explicado Palomares, ha proporcionado una sorpresa inesperada, pues además de gacias, tagasastes, vinagreras, amagantes etc, cuya presencia era previsible, se han encontrado cuatro rarezas botánicas.
Tres son jarillas del género Helianthemum. Une d'elles, Helianthemum broussonetii, es frecuente por el noreste de la Isla, pero muy escasa en el parque. En los últimos años solo se había detectado en otro lugar especial del parque como es el andén de los Calzones Rotos.
Las otras dos especies son mucho más raras y escasas. “La primera que denominamos Helianthemum cirae (pues es el nombre que Arnoldo Santos, su descubridor, dijo que quería ponerle en honor a su madre) pero por ahora no es correcto porque su descripción botánica no ha sido publicada en una revista científica (que yo sepa), por lo que debería llamarse Helianthemum sp1. Esta es una especie de la que se descubrió un ejemplar en fruto a principios de los años noventa en el pie de risco que está al oeste de los roques de la Cumbrecita a unos 1375 metros de altitud.”
Todas las plantas que hasta el momento están repobladas (jardines del centro de visitantes) o sembradas (parcelas experimentales, localidad natural) proceden de ese único ejemplar.
El otoño de 2011 se descubrieron 2 nuevas localidades, una en el propio roque norte de la Cumbrecita y otra en los acantilados del Riachuelo, ambas con unos 30 copies, pero a los cuales ese año no se les pudo recoger la semilla, pues ya se había caído, cuando se consiguió acceder a sus localidades. Al año siguiente habían muerto por la prolongada sequía del 2011/2012. Ni en 2013 ni en 2014 se han visto plantas adultas en esos lugares, infoma Palomares.
La tercera jarilla a la que denominan Helianthemum sp 2, ha sido descubierta recientemente en el noroeste de la Isla. No se ha propuesto para ella todavía ningún nombre. En ese andén tiene un porte más pequeño que las otras dos especies. Sus hojas se disponen en el tallo formando una cruz. Se han localizado una quincena de ejemplares.
Enfin, se ha localizado un ejemplar de Lotus pyranthus o pico de fuego. Esta especie catalogada en peligro de extinción, por ahora solo se conocían cuatro ejemplares naturales. El primero en el canal de Marcos y Cordero en los años 80, que sirvió para realizar la descripción botánica. Murió en el incendio de agosto de 1994, aunque de forma vegetativa (por esqueje) ya estaba en varios lugares. Más tarde se ha descubierto otro ejemplar en el barranco de Gallegos y otros dos en el lomo del Cuervo en el municipio de Santa Cruz de La Palma.
Este ejemplar ahora descubierto, es el primero en la vertiente occidental de la Isla. En el momento de reconocerlo, no se le han observado ni restos de flores o frutos, a pesar de ser una planta rastrera de 2,5 x 2 mètres. Ya se ha recogido material para hacer su estudio genético y 10 esquejes para intentar su multiplicación vegetativa.