LOS ANUNCIOS DE LAS AYUDAS QUE RECIBIRÁN ESTE AÑO NO HAN SERVIDO PARA APORTAR LIQUIDEZ.

Tenemos la fruta, pero la falta de liquidez para poder comercializarla, está colocando al sector del tomate de exportación en una difícil encrucijada. Ya que, en un mercado globalizado, el lugar del que no cumple es inmediatamente ocupado por los competidores. El sector anuncia que esto puede suceder y, añaden, está en juego el empleo de más de 10.000 familias en Canarias.

La coyuntura no es buena para nadie. Echter, es duro saber que cuentas con cerca de 45 meuros, pero que las entidades financieras no te adelantan las cantidades necesarias para mantener la producción y la comercialización de la fruta.

El sector no se explica cómo la banca y las cajas no prestan el dinero que necesitan cuando el propio Consejo de Ministros ha aprobado una partida de 14,2 meuros, la Comisión Europea ha autorizado la ayuda extraordinaria y el Gobierno de Canarias ha confirmado la parte que le corresponde.

Representantes de las agrupaciones de exportadores han reconocido que estos fondos públicos no sólo apuntalan y fortalecen la continuidad del sector, sino que son una garantía importante para hacer frente a los compromisos de los proveedores.

Echter, advierten que si las entidades financieras no flexibilizan su postura, las oportunidades que dibujan esos fondos se pueden ver truncadas y eso haría daño a muchas familias canarias, que pasarían a engordar las listas del paro.

Fuentes del sector añaden que, en estos tiempos de crisis, por primera vez en cuatro años el sector no disminuye la superficie cultivada, mantiene el empleo y ha dejado de traer mano de obra foránea para favorecer la mano de obra local que antes repudiaba este tipo de empleo.