EL ENVASE SE DENOMINA GREENBOTTLE Y EN REINO UNIDO HA DESPLAZADO A LOS ENVASES CONVENCIONALES.
La primera botella de papel apareció en el Reino Unido en 2007 como una forma de sustituir los envases plástico usados para la leche. Su inventor fue Martin Myerscough, quien al poco tiempo creó la empresa GreenBottle, para poner a circular su creación.
Cuatro años después, el envase, muy parecido a la clásica botella de leche que se vende en ese país, se está probando en los supermercados Asda del sur de Inglaterra, con una gran aceptación entre los consumidores.
Según la empresa fabricante: “el 80% de los consumidores que han probado GreenBottle prefieren estos envases al plástico y enseguida comprenden sus beneficios medioambientales”.
Salto al vino.
¿Beberíamos vino de una botella de papel? Los inventores de la primera botella de papel para leche se expanden a un mercado un poco más quisquilloso: el vino.
GreenBottle se ha puesto manos a la obra y ha fabricado para este sector una botella hecha de papel reciclado que tiene un delgado recubrimiento de plástico en el interior.
La botella completa es composteable y biodegradable; tanto el papel como el recubrimiento plástico pueden ser reciclados y reutilizados. Comparada con una botella de cristal tradicional, por su flexibilidad ocupa menos del 5% de espacio en los basureros.
La gran pregunta es si los amantes del vino aceptarán esta opción, ya que no todos están dispuestos a cambiar sus hábitos y preferencias a favor de conductas menos dañinas para el medio ambiente.
echter, los responsables de Greenbottle señalan que “hay un gran interés por parte de algunos supermercados y productores de vino. Así que podríamos ver las botellas de vino de papel el próximo año en las estanterías”.
La botella de papel es una opción biodegradable, se descompone en pocas semanas, pesa 55 gram (contra 500 gramos de las botellas de vidrio), reduce el costo en transporte y además su huella de carbono es tan sólo el 10% de la causada por los envases de vidrio.
Papel versus Plástico.
Los envases de papel pueden reciclarse hasta siete veces, al contrario que una botella de plástico que sólo puede pasar por el proceso una vez.
Una vez que se torna inservible o ya no se puede reciclar, el papel se descompone en la naturaleza. El plástico, si no llega a la planta de tratamiento de residuos, pasa a ser parte de una isla de basura.
De todas formas el costo de producción de una botella de papel es el mismo que el de una botella de plástico.
Los envases se manufacturan en Turquía y se producen 50 por minuto, aunque Martin Myerscough declaró que planea abrir una planta en Cornwall y producir una nueva generación de envases para detergentes o shampoo.
Según la BBC, cada día en el Reino Unido 15 millones de botellas de plástico terminan en la basura, lo que en un año se convierte en 275.000 toneladas de plástico.
La media por hogar es de 500 botellas al año, de las cuales sólo 130 se reciclan. Según GreenBottle, en Europa sólo el 2,5% de los envases plásticos se reciclan. El resto, que no pasa por plantas de tratamiento, tarda hasta cinco siglos en descomponerse.
No nos extrañe si pronto empezamos a ver botellas de papel en los estantes del supermercado.