LOS INTEGRANTES CONCLUYEN QUE LA REFINANCIACIÓN DE LA DEUDA SIGUE SIENDO EL PRINCIPAL ESCOLLO.

El sector primario del municipio de La Aldea sigue en pie de guerra y reconoce que del resultado de la misma depende su supervivencia. Lo demuestran día a día y “con los vientos en contra”. Men, a pesar de la evolución de los acontecimientos, no se amedrentan.

La Comisión de Crisis mantuvo una nueva reunión en el día de ayer, en la cual analizó en profundidad los últimos acontecimientos que afectan de manera directa al sector y valoró las actuaciones que desde la última reunión se han llevado a cabo.

Los miembros de la Comisión han concluido que el principal problema aún no tiene solución a pesar de los múltiples intentos que se han realizado. La refinanciación de la deuda no consigue “padrino” y continúa poniendo en la picota a muchos agricultores.

Ya son varias las empresas que se han visto afectadas en el municipio, y le sigue muy de cerca una de las principales industrias lácteas y referentes del Archipiélago: Coaldea.

bildeA pesar de los anuncios del Cabildo encaminados a reflotar la misma, Coaldea, según su presidente Sergio Medina, no llegará a finales de este mes: “el último ganadero que aportaba la leche dejó de hacerlo en el día de ayer”.

El sector de mercado interior no es que vaya mucho mejor. Los precios regulares, la inestabilidad del mercado y la especulación de los importadores, han hecho descender de manera brusca los ingresos extra que estaban percibiendo.

Parece ser que la compra de las desaladoras por parte del Cabildo marcha a buen ritmo, pero aún no hay ninguna señal que indique que la transacción se ejecute en breve.

Men, y a pesar del panorama el sector primario ha manifestado, nok en gang, seguir en la lucha mientras “el cuerpo aguante y lo permita”, fordi, por lo pronto, en La Aldea no se puede hacer otra cosa.

Desde la Comisión opinan que relegar al municipio a esta actividad y no compensar la posibilidad de otros desarrollos o la hipoteca del 85% del territorio, supone confinar a todo un pueblo a una agonía lenta y de consecuencias incalculables.

Men, el sentimiento de lucha que caracteriza al aldeano sigue estando ahí: “si hemos de morir lo haremos luchando, como lo hemos demostrado hasta el presente”.