CINCO PREMIOS Y EL RECONOCIMIENTO A LA TRAYECTORIA EN LA DEFENSA DE LO RURAL.
La Fundación Tenerife Rural, dependiente del Cabildo de Tenerife, entregó sus premios anuales por la labor de conservación de la biodiversidad, el patrimonio, la innovación y las tradiciones rurales vinculadas a la actividad agraria.
Los ‘Premios Tenerife Rural’ tienen como principal objetivo reconocer la trayectoria de aquellas personas o entidades que destacan por su aportación a la conservación de la biodiversidad agrícola y ganadera, al mantenimiento de las prácticas agrarias tradicionales de alto valor ambiental, a la recuperación y conservación del patrimonio rural vinculado a la actividad agraria de Tenerife, a la labor de investigación y difusión de las tradiciones, y a la innovación empresarial sostenible en el medio rural.
Den isolerte landbruksministeren, José Joaquín Bethencourt, aseguró que es posible construir el futuro “sin renunciar al pasado”, y recordó que con estos galardones se premia el papel de aquellas personas que contribuyen al mantenimiento de nuestra cultura.
El jurado acordó conceder el Premio Tenerife Rural a la Conservación de la Biodiversidad y Mantenimiento de Prácticas Agrarias Tradicionales a Sotera Ramos y Cirilo Rodríguez, protagonistas directos del mantenimiento de las costumbres y labores agrarias en el pueblo de Las Carboneras, en el macizo de Anaga.
I dag, este matrimonio sigue siendo un referente de los diferentes cultivos de la zona y en la elaboración de queso fresco tradicional.
El Premio Tenerife Rural a la Conservación del Patrimonio Agrario y de las Tradiciones Rurales ha sido otorgado a Laureano Febles, un matancero vinculado al mundo rural que ha trabajado en numerosas iniciativas como la recuperación del cultivo de la castaña.
Presidente de la Asociación de Cosecheros de Castaña de Acentejo, Febles ha contribuido al aumento de la producción del castaño en la zona. Apasionado también de la ganadería, está vinculado al arrastre y a las ferias ganaderas y, en este ámbito, ha sido uno de los principales impulsores de la feria de San Antonio Abad de La Matanza.
El Aula de Etnografía del Centro de Educación Obligatoria Manuel de Falla de La Orotava ha obtenido el Premio a la Labor de Investigación de los Valores del Mundo Rural de Tenerife por sus investigaciones sobre destacados elementos etnográficos de la zona.
Entre los trabajos realizados por los alumnos destaca la construcción de un pajar tradicional en las instalaciones del centro, las investigaciones sobre las eras, el uso del agua, los molinos o los oficios tradicionales.
El Premio a la Labor de Promoción y Difusión de los Valores del Mundo Rural de Tenerife fue para la Asociación de Vecinos San Felipe Neri de Chirche, en el municipio de Guía de Isora, que ha sido siempre un lugar dedicado al cultivo de las tierras y el pastoreo.
El respeto que sienten los vecinos del caserío por sus tradiciones, hizo que en 1999 se formara un proyecto de dinamización cultural, a través de una serie de talleres vinculados al rescate de su patrimonio y, finalmente en el año 2000, se crea la Asociación de Vecinos San Felipe Neri de Chirche, cuyo objetivo es preservar y difundir la vida y las labores de los antiguos habitantes del caserío.
Un año después se hace realidad la celebración de la ‘I Edición del Día de las Tradiciones de Chirche’, en el que el caserío se traslada a principios del siglo XIX para recuperar las tradiciones de la época.
El premio a la Iniciativa Empresarial Innovadora y Sostenible en el Medio Rural, ha sido concedido a la empresa de Buenavista del Norte Teno Activo. Hace nueve años, un joven emprendedor del municipio, Iván Méndez, decidió crear unas rutas y actividades al aire libre con el fin de enseñar a disfrutar de esta zona de la Isla de una forma diferente.
La empresa ofrece una amplia variedad de actividades vinculadas al senderismo, la observación desde el mar o el conocimiento de la flora y la fauna.
Også, el jurado acordó conceder una mención especial a Eduardo Oramas, promotor de la Escuela del Juego del Palo.