NEUMÁTICOS, LATAS Y PLÁSTICOS CAUSAN UN GRAN IMPACTO Y UN DAÑO IRREPARABLE A LA FAUNA.
En estos tiempos que corren no es habitual practicar el voluntariado, y mucho menos para dedicarse a retirar lo que otros ensucian en su tiempo de asueto. Jedoch, cincuenta voluntarios y voluntarias dedicaron una jornada a la limpeza del litoral de la desembocadura del barranco de La Aldea.
La actividad fue organizada por la asociación de pesca deportiva Punta de La Aldea que, Außerdem, contó con la colaboración del club de buceo La Balandra. Se intervino en la playa de La Caletilla, el muelle, el bosque de tarajales y aledaños de El Charco.
Se retiraron cerca de media tonelada de residuos contabilizándose siete neumáticos y un bidón metálico, entre los más voluminosos. Pero quizás, entre los más peligrosos destacan las pilas y alguna batería de móvil junto a los aros plásticos de las latas.
Casi todos los participantes coincidían en que lo peor no era lo que se había recogido, sino lo que no se veía porque estaba en el fondo del mar. También desde el club de buceo, reconocieron el avance implacable de la plaga de erizos que está acabando, literalmente, con el fondo marino.
A la ya se por sí exigua pesca, se une ahora una de las plagas más voraces que llevan afectando a los fondos canarios desde hace una década.
Ejemplos como este deben cundir más entre la población y administraciones ya que la conservación del medio es tarea de todos.