am_77060_4050902_634317Las medicinas milenarias le han conferido las dotes de la longevidad, la regeneración y la vida.

La granada, cuyo nombre científico es (punica granatum), es originaria de una área que se extiende desde Irán hasta los Himalayas en el norte de la India. Fue conocida y cultivada en la zona del mediterráneo desde la antigüedad.

Existe registro de la granada en la mitología y el arte del antiguo Egipto, también se la menciona en el Antiguo Testamento y en el Talmud. Se dice que el árbol de la granada floreció en el Jardín del Edén y algunos opinan que fue la granada la fruta de Eva y no la manzana. También se menciona en la mitología persa y griega, como como símbolo de la vida, la regeneración y el matrimonio.

Los antiguos chinos asociaban las semillas de la granada con la longevidad y la inmortalidad. En el judaísmo, se afirma que las semillas de cada fruto de la granada son 613, representando los 613 mandamientos de su libro sagrado, la Tora. Al interior del Cristianismo se le considera también un símbolo de la regeneración y la vida, para los budistas es una de las frutas benditas.

Su uso en la Medicina Tradicional Ancestral y Moderna, ha sido ampliamente documentado. Los médicos ayurvedistas (antigua Medicina Tradicional de la India) han recomendado su jugo como depurador sanguíneo, el té elaborado con la cáscara se ha recomendado para combatir parásitos (inclusive la tenia) y otros problemas gastrointestinales, como colitis, cólicos, diarrea e inflamación intestinal.

Por sus propiedades astringentes, también se ha recomendado el uso del jugo para problemas respiratorios y broncopulmonares y para padecimientos de las encías. En la Medicina Tradicional China se considera que la granada purifica y fortalece la sangre, ayuda a eliminar toxinas de nuestro organismo, fortalece al cerebro y al sistema inmunológico.

Composición.

Le 50% del peso total de la granada corresponde a la piel, que es rica en compuestos biactivos como fenoles, flavonoïdes, proantocianidinas, elagitaninos, así como también en algunos minerales como potasio, azote, Football, phosphore, magnesio y sodio. También contiene polisacáridos.

En el otro lado tenemos la pulpa, que representa aproximadamente el 40% del peso total de la fruta, y las semillas el 10% restante. La pulpa contiene un 85% de agua, 10% de azúcares (sobretodo fructosa y glucosa) et 1,5 % de pectina (un tipo de fibra). También contiene diversos tipos de ácidos (ascórbico, cítrico, málico, elágico y quinico) y también aporta flavonoides y fenoles, sobretodo antocianinas, asi como también aminoácidos y minerales.

Las semillas son ricas en aceite que ha llamado la atención por su riqueza en fitoestrógenos. Los compuestos fenólicos, junto con los flavonoides, las antocianinas y los taninos son los principales compuestos antioxidantes de la granada.

En los estudios realizados a nivel internacional se utiliza un extracto obtenido de todas las partes de la fruta. Este conjunto de compuestos le confieren a la granada un extraordinario poder como fuente dietética de antioxidantes.

[citation]las antocianinas de la granada tienen mayor poder antioxidante que la vitaminas E y C y que el betacaroteno.[/citation]

Investigaciones recientes han constatado que la complejidad y riqueza bioquímica de la granada incluye miles de compuestos, de los cuales más de 100 han sido identificados. De plus,, todas las partes de esta planta presentan actividad antioxidante: la corteza del árbol, las hojas y los retoños y toda la fruta (incluyendo su cáscara, su pulpa -es decir la parte roja jugosa-, el pericarpio -la piel que rodea las semillas- y las semillas.

Esta fruta es rica en compuestos antioxidantes: el jugo contiene importantes cantidades de taninos, en particular elagitaninos (como el ácido galico y el ácido elágico), también es rico en antocianinas (como la cianidina, delfinina, y pelargonidina) y presenta asimismo ácidos fenólicos (como el ácido cafeíco, y el ácido clorogénico).

El pericarpio también es rico en taninos. La cáscara es rica en quercetina, kampferol y narangina. De particular importancia es el ácido elágico, que al combinarse en nuestro organismo con la glucosa produce dos compuestos llamados punicalagina y punicalina, de los cuales depende el 50% de los efectos antioxidantes de la granada.

La granada es rica en polifenoles, que también contribuyen a fortalecer sus efectos antioxidantes, que son la razón básica de su capacidad curativa.

Por su parte las semillas son ricas (65.3%) en un compuesto graso único llamado ácido graso púnico, beneficioso para el corazón y presentan la mas alta concentración del estriol (un tipo de estrógeno) en el reino vegetal. (Aproximadamente 17mg/Kg. en las semillas secas).

Récemment, las semillas han despertado un gran interés en el uso del aceite obtenido de ellas, como un producto rico en fitoestrógenos, útil para el tratamiento natural de la menopausia y para la prevención del cáncer, especialmente el cáncer de mama.

Diversos estudios, en tubos de ensayo, con animales y también con humanos, han demostrado que todas las partes de la planta contienen polifenoles con capacidad antioxidante, que son absorbidos por el tubo intestinal humano y llegan activos a nuestros tejidos, ofreciéndoles protección contra diversas enfermedades, como problemas cardíacos, problemas vasculares cerebrales, problemas circulatorios, infertilidad masculina, diabète, Alzheimer, diversos tipos de cáncer y también ejercen efecto antimicrobiano contra hongos y bacterias.

Se ha dedicado mucha atención a los efectos cardioprotectores de la granada y se han identificado varias decenas de procesos bioquímicos mediante los cuales su consumo beneficia la salud cardiovascular. También ha llamado mucho la atención el conjunto de compuestos anticancerígenos presentes en la granada capaces de actuar en diversos tejidos.

[citation]Los compuestos bioactivos de la granada ejercen efectos antioxidantes, antinflamatorios y anticancerígenos.[/citation]

En este sentido se ha observado que la granada evita la oxidación del colesterol, que protege las arterias de la formación de placas de colesterol, que incrementa la producción de una sustancia llamada oxido nítrico, mismo que ejerce un efecto vasodilatador, generando un descenso moderado de la presión arterial.

Según los trabajos realizados por el profesor Michael Aviram, una de las máximas autoridades a nivel mundial en este campo del Laboratorio de Investigación Sobre Lípidos del Centro Médico Rambam en Haifa, Israël, la granada constituye una impresionante fuente dietética de antioxidantes.

Aviram es especialista en bioquímica, ha publicado más de 360 artículos y ha dedicado 20 años a la investigación de métodos de prevención de la formación de las placas de colesterol que obstruyen las arterias y se asocian con infartos y eventos cerebrovasculares. Como parte de dicha investigación ha estudiado numerosos productos naturales ricos en antioxidantes, pero según él nunca había encontrado nada tan eficaz e impresionante como la granada.

El profesor señala que la granada aporta mayores cantidades de antioxidantes que otras fuentes dietéticas usualmente reconocidas por ser ricas en antioxidantes, como las uvas, el vino tinto, el té verde, la tomate, los arándanos, el jengibre, huile d'olive, las vitaminas E y C , los betacarotenos, etc..

De acuerdo con los estudios realizados por este grupo de investigadores, la granada puede protegernos contra los infartos cardíacos y los eventos cerebrovasculares. Los antioxidantes de la granada disminuyen la oxidación del colesterol y protegen a las arterias de la formación de placas de colesterol, disminuyen los niveles del colesterol de alta densidad (el malo de la película), ayudan a disminuir la presión arterial y ejercen un efecto anticuagulante.

También se ha demostrado que combaten la impotencia sexual masculina asociada con insuficiente circulación sanguínea arterial en el pene. Inclusive, este grupo de investigadores ha logrado revertir la obstrucción de las arterias en algunos pacientes mediante el consumo de jugo concentrado de granada.

[citation]La granada es corazón


que late sobre el sembrado.

Un corazón desdeñoso


donde no pican los pájaros.

Un corazón que por fuera


es duro como el humano

pero da al que lo traspasa

olor y sangre de mayo.

Federico García Lorca[/citation]