Táganan Amogojo es un vino exclusivo del macizo de Anaga que cautivó al presidente de EEUU cuando lo probó en una cena en Nueva York.
Ocurrió el año pasado. Durante una cena en el neoyorquino restaurante Estela, Barack Obama, eligió una botella del vino Táganan para acompañar su cena. Y al parecer quedó gratamente sorprendido.
Táganan es el nombre que hace tres aventureros decidieron darle al vino extraído de las uvas de las parcelas de Taganana, Tenerife.
Actualmente lo produce un grupo de unos 15 viticultores santacruceros de la mano de la empresa Envínate, encargada de asesorar a bodegas a nivel nacional pero también de desarrollar proyectos propios en la Península y las Islas.
José Ángel Alonso es el primer viticultor con el que contactaron los jóvenes emprendedores de Envínate, Roberto Santana, Alfonso Torrente, José Ángel Martínez Marchante y Laura Ramos Jiménez, para comenzar a trabajar en Taganana.
El historiador Santiago Yanes fue el que informó a Roberto Santana de la existencia de buenas e históricas uvas en el macizo de Anaga.
Así que Santana no tardó en recorrer los montes y descubrió la finca de José Angel. Esta finca pertenecía a su bisabuelo y él se hizo cargo de la misma en 2010.
En el terreno de su propiedad se practica el policultivo, pero la vid es el elemento con mayor importancia. Desde que Envínate pasó a formar parte de la producción, mucho ha cambiado la forma de trabajo en esta ladera de Taganana.
“Hemos dejado de utilizar productos sistémicos como herbicidas y ahora usamos biológicos y le otorgamos un mayor cuidado y dedicación a la uva”, explica José Ángel Alonso.
El asesoramiento de Envínate le permite trabajar la tierra con la seguridad de que va a poder vender la cosecha y, Lisäksi, sabe que el producto recibirá un trato exquisito.
El éxito de Táganan se puede comprobar a través de los números. El primer año de colaboración entre José Ángel Alonso y Envínate dio como resultado una recogida de 3.000 kilos de uva y la producción de dos variedades de vino: Táganan Parcela Margaelagua, un vino tinto, y Táganan Parcela Amogoje, blanco.
Dos años después han recogido 14.000 kilos de uva y son cuatro las variedades de vino que ponen a la venta gracias al trabajo de 15 viticultores.
Tällä hetkellä, todos estos vinos se pueden comprar a través de internet a un precio de unos 26 euros la botella para Canarias. En España se pueden encontrar en restaurantes de Madrid y Barcelona, y en el extranjero, triunfan en Australia, Japani, Saksa, Sveitsi, Englanti, Yhdysvallat, Portugal e Italia.
Y es que en los escasos dos años de historia del caldo Táganan, los grandes chef del mundo han sabido apreciar su calidad.
Los españoles Martín Berasategui y los hermanos Roca tienen botellas en sus restaurantes de toda España, mientras que cocineros internacionales y mediáticos como Gordon Ramsay completa la carta de su establecimiento en Londres con estos caldos.
Yhdysvallat, no solo el restaurante Estela cuenta con las uvas que cultivan José Ángel Alonso y sus vecinos, sino que el también español José Andrés suele disponer de existencias en su restaurante Jaleo de Washington.
La producción es limitada. Solo se obtiene una media de 900 botellas por parcela. Envínate acaba de enviar, esimerkiksi, a Australia, solo 42 recipientes de cada variedad.
Envínate surgió en el año 2008 después de tres años de estudios de sus cuatro componentes que se conocieron cursando enología en la Universidad Miguel Hernández de Elche, en Alicante.
Además de asesorar bodegas, actualmente cuentan con varios proyectos propios con los que pretenden “hacer crecer el mundo del vino en España”, explica Roberto Santana.
El objetivo de Envínate es ir creciendo poco a poco como empresa, mutta ennen kaikkea, trabajar codo con codo con los viticultores de cada zona a la que llegan.
En el caso de Táganan, la uva, tras la cosecha en Anaga, se traslada a las instalaciones que cede la Bodega Soagranorte –Suertes del Marqués– en el municipio de La Orotava a Envínate y allí se produce el vino.
Se trata de un vino de mesa que no tiene denominación de origen, pero ni a los enólogos ni a los viticultores de Taganana parece que esto les importe.
Para que perteneciera a la Denominación de Origen Tacoronte–Acentejo las bodegas donde se produce tendrían que encontrarse en esta zona de la Isla, pero actualmente la empresa no puede permitírselo.
“Buscamos producir vinos personalizados y no globalizados, que sepan a maderas y levaduras naturales y que se note que están cultivados en viñedos de verdad”, sentencia Santana.
“El suelo es lo que da magia a estos productos”, añade Santana. El terreno de José Ángel Alonso cuenta con un 40% de pendiente y en él las cepas se cultivan con el tradicional método de a pie franco.
Se trabaja sin mecanización de ningún tipo y, Itse asiassa, la vendimia es muy dura puesto que las uvas se cargan a la espalda por pendientes de suelos arenosos sin asfaltar durante unos diez minutos.
La fresca ladera de Alonso mira al oeste, al océano Atlántico, con un suelo volcánico blanquecino, ideal para el cultivo de uva blanca puesto que ayuda a fijar los toques ácidos.
jotkut 20 personas hacen faltan para recoger las uvas en el terreno de Alonso cada mes de septiembre, nunca antes del día 10. En los mejores años pueden recoger unos 90 sacos de uva, yli 4.000 kiloa.
Listán, gual, Malvasía, albillo, forastera, moscatel, mulata o vijariego son solo algunas de las variedades de uva que se cultivan en esta zona. Algunas datan de la época de la conquista por parte de los castellanos y otras muchas fueron introducidas desde Portugal.
Tällä hetkellä, explica José Ángel Alonso, että 70% de la producción es de uva blanca, mientras que el 30% es para vino tinto.
“Lo que queremos ahora es consolidar el proyecto en Taganana pero sabemos que las tierras de Tenerife tienen mucho potencial por lo que no descartamos trabajar en otras zonas de la Isla”, explica Roberto Santana.
Dos años de trabajo y una apuesta arriesgada les ha servido para ser ampliamente recompensados, no solo con la noticia de que Barack Obama cata sus caldos y se queda gratamente satisfecho, sino que los premios españoles e internacionales no se han hecho esperar estos años.