LOS CUATRO TIPOS DE INSECTOS DEMUESTRAN SU SABER HACER EN LA “ZONA CERO”.

MosquillaLa explosión de la plaga de mosca blanca en el municipio de La Aldea de San Nicolás, tras el verano, tomó una dimensión que hasta la fecha no se conocía en el municipio. Los primeros en dar la voz de alarma fueron los técnicos de las cooperativas agrícolas que observaron, atónitos, la transformación en la plaga “más dañina” de cuantas se recuerdan.

La virulencia alcanzó tales cotas de desarrollo que atacaba indistintamente cultivos de tomates, de hortalizas e incluso de frutales. Fue entonces cuando el Ayuntamiento anunció la creación de un Gabinete de Crisis.

Los técnicos, por su parte, crearon una Comisión Técnica en la que participan profesionales del Gobierno de Canarias, Cabildo de Gran Canaria, Cooperativas Agrícolas, de empresas privadas como Koppert y la edil de Agricultura del Ayuntamiento de La Aldea de San Nicolás.

Mosca BlancaTras realizar un diagnóstico y analizar las posibles causas de las dimensiones del ataque de la plaga, decidieron poner manos a la obra y crearon un programa piloto de actuación contra la mosca blanca.
Según explicó A Agroaldea el técnico de Koppert Canarias, Rudy Llarena, el programa piloto se centró en lo que denominaron “zona cero”. Esta zona se sitúa en el lateral izquierdo del valle de La Aldea y conocida como La Hoya.

La respuesta al por qué una mayor incidencia de la mosca en esta zona la aporta Llarena al indicar que las corrientes de aire no afectan esta parte al no estar expuesta a las mismas, encontrando la mosca el lugar ideal, al zoco, para reproducirse.

El programa piloto acotó el área y estableció el número de explotaciones agrícolas que se encuentran enclavadas, tanto en producción como abandonadas. Tras localizarlas en el plano se obtuvo toda la información posible de cada una de ellas.

Los técnicos se dividieron las 57 parcelas y comenzaron a aplicar el protocolo que diseñaron en todas y cada una. Parte de este protocolo lo financió el Cabildo de Gran Canaria aportando 100.000 euros para depredadores y 60.000 euros para un producto a base de algas.

El protocolo de actuación enmarcado en el programa piloto recoge una serie de medidas basadas en “labores culturales” y de prevención que cualquier buen agricultor debe aplicar, según los técnicos.

Las principales medidas proponen la limpieza de los alrededores de los invernaderos y cuidar el óptimo estado de las dobles puertas de acceso a las explotaciones. Også, la reparación de rotos en la malla es fundamental y tratar de cambiar a mallas más tupidas para evitar la infectación.Colonia de palomillas

En el interior del invernadero el protocolo indica la colocación de placas adhesivas amarillas, tratar con jabones comunes dos veces en semana de manera coordinada y plantar en los bordes la especie datura stramonium o semilla del diablo.

Una vez realizadas estas recomendaciones los protagonistas de la lucha contra la mosca comienzan a actuar. Se trata del eretmocerus mundus y eremicus, el nesidiocoris y el ambliseius swirskii.

Veintisiete millones de estos insectos han conseguido ser los mejores aliados de los agricultores y han puesto en jaque a la mosca blanca. Este es el resultado del primer round.

Según Llerena, ahora comienza la verdadera batalla en la que “no debemos bajar la guardia” porque es cuando la mosca vuelve a rearmarse y si abandonamos o damos por “ganada” la misma, las consecuencias podrían ser catastróficas.

Derfor, la última reunión de la Comisión Técnica solicita a las Administraciones continúen aportando medios para continuar aplicando el programa piloto. Otra de las recomendaciones es la creación, por decreto, de un paro biológico.Palomilla blanca

Los técnicos destacaron la excelente predisposición y colaboración de todos los agricultores de la zona, que han entendido a la perfección el alcance de la plaga y aplican el protocolo con el máximo celo.

Los buenos resultados que se están obteniendo han hecho que este programa se exporte al municipio de Guía de Isora en Tenerife, ya que los técnicos de esta localidad han diagnosticado un cuadro similar al de La Aldea y opinan que la aplicación de este programa puede ayudar a mejorar la situación.